«Naranja».
Sí, por supuesto. Hablar de colores en València sin mencionar el naranja es casi un crimen.
Pero hay muchos más atractivos que te envuelven en la ciudad, en un «mundo de color» que es todo un regalo para la vista. Con tan solo pasear por sus calles te das cuenta de la cantidad de matices que València te ofrece en edificios, monumentos, zonas verdes y áreas naturales.
Una sinfonía de colores para capturar con tu móvil y llevarte un bonito recuerdo contigo para siempre.
Vente, que comenzamos ya.
Un viaje a València a través de 5 colores
Aunque son muchos más, hemos querido seleccionar 5 de los colores que más presentes están en la ciudad. Aquí van:
Naranja
Es imposible hablar de València sin hacer mención a este color (o rica fruta) que tanto significa para esta ciudad.
Si nos centramos en lo gastronómico, te diremos que la mejor época para venir a degustar la deliciosa Naranja València (sí, lleva apellido) en plena temporada es el mes de diciembre. Y desde ahí hasta los días antes de la llegada del verano, allá por junio, es un no parar.
Como puedes imaginar, alrededor de la naranja existe toda una cultura que puedes ver fácilmente en la ciudad. Miles de naranjos (15.000 concretamente) te van a acompañar en tus paseos dejando ese aroma tan característico y su buena sombra, indispensable para cuando el calor aprieta.
Y si hablamos del paladar… apúntate esto: el Agua de València.
Podemos decir sin miedo a equivocarnos que estamos ante una de las bebidas más refrescantes del país. Se trata de un cóctel que lleva naranjas de temporada, cava o champagne y una miqueta de ginebra y otra de vodka.
Verde
València es una ciudad sostenible. Y ojo, porque no lo decimos nosotros: la propia ONU lo ha declarado tal cual: «Ciudad Sostenible e Inteligente».
Así, se ha convertido en la primera localidad europea en conseguirlo y es la tercera a nivel mundial en obtener la certificación ISO e ITU al respecto. Y mucho ha tenido que ver en ello la cantidad de espacios verdes de la ciudad.
Lo encuentras, salpicado de otros colores, en los numerosos parques de València. El mejor ejemplo es el parque urbano más grande de España que aquí se encuentra: el Jardín del Turia.
El Jardín de Montforte no se queda tampoco atrás, aunque su estilo neoclásico de trazado artístico te va casi a transportar a otra época. Aquí el verde combina perfectamente con el blanco del mármol de sus estatuas y los tonos lilas de las buganvillas.
Otros lugares que son de obligada visita si buscas naturaleza en València son los Jardines del Real (de origen musulmán), el Jardín Botánico, el Parque Central y el Parque del Turia, el pulmón del área metropolitana de València.
Azul
Ser una ciudad del Mediterráneo hace que el azul esté muy presente en la ciudad, pero no solo en las playas.
Porque si alzas la mirada, pronto te vas a dar cuenta de que el cielo valenciano está decorado con un azul cobalto que es un símbolo de la ciudad. Y todo ello es gracias a las cúpulas de cerámica vidriadas que decoran las iglesias y antiguos monasterios valencianos.
La más grande de todas ellas es la de la iglesia de las Escuelas de Pías, una joya del clasicismo europeo que es posible visitar. Otras que destacan son las del Museo de Bellas Artes (tanto en su interior como en el exterior), la de la iglesia de Santo Tomás y San Felipe Neri y, por supuesto, las cúpulas azules de la Catedral.
Si pasamos al interior de la seo, concretamente en su Altar Mayor, solo basta con echar un vistazo a la pintura renacentista que decora su bóveda para ver el azul que representa el cielo en el que los Ángeles Músicos de la Catedral tocan sus instrumentos de cuerda, aire y percusión.
Podríamos estar horas y horas contándote los lugares donde el azul es el rey en València, pero te vamos a dejar uno más para finalizar: la capilla neogótica del Palacio Ducal de Gandía.
Y si quieres ver el azul en otros tonos, pásate por el Mercado Central y, por supuesto, la Ciudad de las Artes y las Ciencias.
Blanco
El blanco, junto con el azul, fueron los colores en los que Calatrava se inspiró para diseñar la Ciudad de las Artes y las Ciencias. Con tan solo llegar al lugar vas a ver los imponentes edificios, de un color blanco impoluto, del Hemisfèric, el Museo de las Ciencias, l’Umbracle, el Oceanográfic y el Palau de les Arts.
Sin dejar la arquitectura, nos vamos ahora a Veles e Vents, en la zona de la Marina, es un lugar ideal para tomar algo mientras disfrutas de unas preciosas vistas al mar.
Y no podemos terminar con el blanco sin mencionar a otra de las bebidas más tradicionales: la horchata, que acompañada de unos fartons hacen una merienda de lo más rica. Che!
Rojos, rosas y lilas
Y es que las flores ponen un alegre tono de colores variados en cualquier rincón de la ciudad: en parques y jardines, en balcones, adornando las entradas de los edificios y en los puentes.
Aquí nos vamos a detener para mostrarte el Puente de las Flores, que también lleva la firma de Santiago Calatrava. Aunque se inauguró en 2002, esta pasarela es ya todo un emblema de la ciudad y lugar de obligado selfie gracias a los cientos de flores que lo decoran.
El arcoíris
Vale que no es un color en sí, pero captas lo que queremos decir, ¿verdad?
¡Exacto! Es multitud de colores que se mezclan en las calles de la ciudad, que la convierten en un auténtico lienzo libre.
En València el Street Art está muy presente, sobre todo en el distrito de Ciutat Vella, los barrios de Russafa y el Cabanyal-Canyamelar.
Aquí puedes ver murales de todo tipo, visitar el IVAM y participar en los festivales artísticos que se celebran en sus calles.
Y ya ponemos punto y final a este pequeño viaje por los colores de València. Pero vamos a ser sinceros: lo mejor es que vengas a comprobarlo por ti mismo y, de paso, conocer el resto de las maravillas de la ciudad.
¡Te esperamos!