La ciudad de València, tal y como la conocemos y la vivimos hoy en día, no puede entenderse sin la figura de Javier Goerlich. Hijo de Franz Goerlich, cónsul del Imperio austrohúngaro en la capital del Turia y de la valenciana Asunción Lleó, ejerció durante 25 años como arquitecto mayor de València, siendo responsable de la remodelación, construcción y diseño de calles y edificios que definieron el perfil de la ciudad. ¿Quieres ver cómo?
Goerlich lideró una revolución urbanística que transmite la historia y la vida cotidiana de una ciudad. Ideó y diseñó la remodelación del centro histórico de València con dos claves: belleza y usabilidad. Moldeó una ciudad para reflejar los cambios sociales del momento y adaptarse a las necesidades de la población.
Los estilos ecléctico, neobarroco valenciano, neogótico, casticista y racionalista, dan forma a un recorrido con el sello personal de uno de los mejores arquitectos del siglo XX y en un momento histórico de grandes y prósperos cambios en la ciudad. ¿Nos acompañas a verlo?
Dónde ver edificios de Goerlich
Paseando por el centro de la ciudad, pasaremos por delante de no pocos edificios que salieron de la mente de Goerlich. Uno de los más bellos ejemplos es sin duda la Casa Niederleytner (1916), en la esquina de las calles Pascual y Genís y Martínez Cubells, y sede hoy del hotel Palacio Santa Clara.
A tan solo unos metros de allí, el edificio del Banco de Valencia (1942) es el emblema de la calle Pintor Sorolla, el Flatiron building de Valencia, un proyecto original de Francisco Almenar Quinzá, al que posteriormente se añadió Javier Goerlich Lleó. Un edificio de estilo regionalista adaptado al gusto del promotor y en línea con la España de la posguerra.
La propia plaza del Ayuntamiento de València, cuya reforma proyectó también Goerlich entre 1933 y 1936, cuenta con varios edificios proyectados por él, con un estilo claramente identificable. Hablamos de los edificios Oltra (1927), en el número 4 y sede del hotel Meliá Plaza; el del Banco Vitalicio de España (1928), en el número 29; el Gras Bianqui, en el número 7 o Barrachina, en el 2, ambos de 1930. También encontrarás su firma en el edificio Albors (1928), en el número 9 del Paseo de Ruzafa.
En la calle Hernán Cortés, el estilo racionalista art-decó del antiguo Cine Metropol (1934) se ha convertido en todo un emblema de la ciudad que ha sido inmortalizado incluso en postales turísticas. La misma línea decó se advierte en el edificio Roig Vives (1944), en la calle Xàtiva, 4. Este edificio de viviendas se construyó sobre el antiguo Convento de Jerusalén, siguiendo la línea de la antigua muralla del centro histórico.
Uno de los más curiosos y bellos ejemplos de la obra de Javier Goerlich es sin duda la Casa del Médico, en la avenida del Puerto, 24. Se trata de un palacete modernista que ha resistido con estoicidad al paso del tiempo. Un proyecto original de Ricardo Cerdá que fue modificado por Javier Goerlich, quien añadió el entresuelo, la segunda planta, los remates y numerosos ornamentos.
Paseando por las calles de València encontraremos inevitablemente la huella de este gran arquitecto cuyo trabajo supuso una auténtica revolución urbanística para la ciudad, definiendo el estilo inconfundible de sus zonas céntricas. Porque, en palabras de Frank Lloyd Wright, “la misión del arquitecto es ayudar a las personas a entender cómo hacer la vida más bella, hacer un mundo mejor para vivir y dar justificación y sentido a la vida”.