Nada refleja la esencia de Valencia como el Jardín del Turia. Este oasis de paz es una muestra del ingenio de la ciudad, que transformó el antiguo cauce del río en una zona de ocio donde se combinan historia, modernidad y naturaleza. Aquí se puede disfrutar de deportes, música, gastronomía, atracciones para niños, fiestas y mucho más, en un espacio verdaderamente singular.
Atravesando la ciudad de punta a punta, este cinturón verde de más de nueve kilómetros se ha convertido en un lugar favorito de valencianos y visitantes. Además de ser un entorno ideal para salir a correr, pasear en bici o relajarse con un picnic a la sombra de los árboles (tienes tiendas con productos gourmet cercanas como Mantequerías Ferrero o el Mercado Colón para comprar provisiones), el Jardín del Turia albergan eventos y atracciones que no te puedes perder en tu visita a Valencia.
¿No sabes por dónde empezar? Sigue nuestra guía de los principales puntos de interés en su recorrido:
- Empecemos por la “cabeza”. En el extremo oeste del Jardín del Turia, el Parque de Cabecera es un entorno tranquilo de jardín y lagos, y también la sede de una de las mayores atracciones de Valencia: Bioparc. Jóvenes y mayores pueden acercarse – literalmente, gracias a barreras invisibles – a diferentes especies de la fauna africana, desde leones y rinocerontes a los curiosos suricatos. Antes de dejar esta zona, acércate al Museo de Historia de Valencia para hacer un recorrido por el ilustre pasado de la ciudad.
- En el Jardín del Turia, no solo encontrarás un carril bici para recorrerlo de punta a punta y un circuito de running de 5km, sino también un sinfín de instalaciones deportivas. Desde las escuelas de fútbol del Club Deportivo El Rumbo o el Club Deportivo Serranos al Estadio de Atletismo del Turia o el Campo de Rugby Jardín del Turia, todo tipo de atletas y deportistas (así como meros espectadores) se dan cita aquí. ¿Eres un fan del monopatín? No te pierdas las lanzaderas de la Skateplaza, junto al Campo de Béisbol Astros Fénix Beisfam.
- Los melómanos tienen su propia meca en el Palau de la Música, sede de la Orquesta de Valencia. Con su característica bóveda de cristal, bajo la que se esconde un frondoso invernadero, y las fuentes que lo bordean, es uno de los puntos más instagrameables del recorrido. Pero la verdadera atracción son los conciertos en su auditorio, entre los que se encuentran los del ciclo Menut Palau, una iniciativa original para acercar a los más pequeños a la música.
- Sin duda alguna, el destino más popular para los ‘peques’ es Parque Gulliver, con su gigantesca estatua del famoso viajero. Aquí pueden trepar por sus calzas, meterse en sus mangas o deslizarse por sus melenas… y sobre todo dar rienda suelta a su imaginación y sus carcajadas. ¡Más de un adulto desearía volver a la infancia, solo para poder escalar también este gigante!
- En ningún momento del paseo por el Jardín del Turia podrás olvidarte de que estás, en realidad, siguiendo el cauce de un río. La prueba son los numerosos puentes que tendrás que atravesar: desde el Puente de la Trinidad, el más antiguo (siglo XV), al moderno Puente de l’Assut d’Or (conocido popularmente como “el jamonero”), uno de los tres puentes diseñados por Santiago Calatrava. Merece la pena subir a la superficie para admirar el colorido del Puente de las Flores o las gárgolas del Puente del Reino.
- Cuando asome en el horizonte la colosal estructura del Palau de les Arts, sabrás que te aproximas a la verdadera estrella del Jardín del Turia: la Ciutat de les Arts i les Ciències. Encuentra tu rincón favorito entre los espectaculares edificios del complejo diseñado por Santiago Calatrava… ¡y asegúrate de que tienes suficiente memoria y batería en el móvil para hacer fotos!
Esto no es todo. A menudo, el antiguo cauce del Turia acoge conciertos al aire libre o eventos como la Mostra de Vinos y Alimentos Tradicionales de la Comunidad Valenciana. También desde aquí se disparan los principales castillos de fuegos artificiales de Las Fallas o la Gran Fira de Juliol. Un lugar para celebrar o relajarse, el Jardín del Turia no solo son los pulmones de Valencia, sino también su corazón.