Acabas de llegar a València de vacaciones o de fin de semana. Cuentas con disfrutar del buen tiempo y probar una auténtica paella valenciana u otros platos locales. También tendrás previsto subir al famoso Miguelete o una visita a la Ciudad de las Artes y las Ciencias, con esos espectaculares edificios que has visto en tantas fotos. Puedes tener todo eso y más en tu plan… pero València también guarda algunas sorpresas para ti.
Paseando por las calles de València, o incluso visitando algunos de sus edificios más destacados, te puedes encontrar con las cosas más inesperadas, que te harán esbozar una sonrisa y dejarán un recuerdo imborrable. Aquí te revelamos algunas de esas sorpresas escondidas en la ciudad. ¿Te animas a organizar tu propia “búsqueda del tesoro” para descubrirlas todas?
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Un cocodrilo en la Iglesia: Sin duda, cuando vas a entrar en una Iglesia no esperas encontrarte con un caimán al acecho… aunque sea uno disecado. Eso es precisamente lo que verás en el Real Colegio Seminario del Corpus Christi, o del Patriarca (calle Nave, 1). El llamado “dragón del Patriarca” tiene su propia leyenda, que ya contó en su día el autor valenciano Blasco Ibáñez, que dice que atacará a los que hablen en misa así que… ¡guarda silencio en la visita, por si acaso!
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Gárgolas irreverentes: La Lonja de la Seda es uno de los edificios más bellos de València, con su majestuoso salón columnario, el elegante artesonado del Consulado del Mar… Pero también alberga algunas de las esculturas más obscenas. Eleva la vista a sus gárgolas, o incluso algunas decoraciones de la fachada, con explícitas connotaciones sexuales o escatológicas. ¿Tienen un mensaje secreto, una crítica a los vicios de la época… o fue una broma de los escultores? Tú decides.
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La casa más estrecha: Si te descuidas, pasarás de largo sin darte cuenta. Y es que, con solo 107 centímetros de fachada, el número 6 de la Plaza Lope de Vega tiene buen motivo para llamarse La Estrecha. Dicen que es la casa más estrecha de España, e incluso de Europa, aunque en realidad su interior ahora es una extensión del bar adjunto. Sea o no sea la casa más estrecha, merece la pena parar a hacer una foto y, por qué no, ¡a tomarse unas tapas!
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Una mansión…para gatos: En el Barrio del Carmen, los felinos tienen dirección propia. En el número 9 de la calle Museo encontrarás la Casa de los Gatos – en realidad una miniatura de una típica mansión valenciana pintada en el muro, escondiendo una auténtica gatera. Tendrás que agacharte un poco para apreciar sus detalles: su fuente, el panel de “asegurada de incendios”, y hasta su escudo heráldico. ¡Los gatos valencianos no se privan de nada!
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¡El Santo Grial!: Es uno de los tesoros más codiciados del mundo, una quimera que ha desatado pasiones a lo largo de los siglos y se encuentra en València. Al menos para los creyentes, la copa que se expone en una capilla de la Catedral de València es el auténtico Santo Cáliz utilizado por Cristo en la Última Cena, algo corroborado oficialmente por el Vaticano. Realiza una visita guiada y descúbrelo. ¡La búsqueda acaba aquí!
Por supuesto, hay muchos otros encantos ocultos, y cada visitante puede encontrar su propia “joya” o rincón secreto preferido en la ciudad. Así que ven a València y descubre todo lo que encierra.
¡València está llena de sorpresas!