¿Dispuesto a pasar unos días en València experimentando la magia de esta ciudad dos veces milenaria? Conocer sus secretos, ir de compras, apuntarte a innumerables actividades, disfrutar de la mejor paella del mundo a orillas del Mediterráneo... ¡Buen plan! Pero... lo harás degustando vinos Valencianos, ¿verdad? ¿Que por qué elegirlos?
¿Sabías que aquí existe tradición vitivinícola desde la época de los íberos? ¿Que dos prestigiosas denominaciones de origen (DO), la de Utiel-Requena y la de València, se encuentran en nuestra provincia? ¿Que de las dieciocho DO de pago que hay en España, las equivalentes a los terroirs franceses, cuatro se encuentran en València? ¿Que puedes catar maravillosos caldos en las bodegas que los producen o participar en una vendimia nocturna a la luz de la luna?
Si no lo sabías, o ya has vivido estas experiencias pero te apetece sentirlas de nuevo, nosotros te serviremos de guía. ¡Vamos, acompáñanos!
Hace más de 2.700 años en el poblado de Kelín, al interior de la provincia, ya se cultivaba vid y se consumía esta bebida tan ligada a la civilización occidental. Decenas de miles de ánforas y millones de botellas más tarde los caldos Valèncianos han conquistado tierras lejanas a través del Mare Nostrum. Hoy son dos las DO que regulan y garantizan la calidad de los vinos: la de Utiel-Requena y la de València. La puesta en marcha de la Escuela de Viticultura y Enología de Requena, hace ya 58 años, ha posibilitado que las generaciones más jóvenes hayan tomado las riendas de negocios familiares, transformando bodegas centenarias en lugares de producción de prestigiosos vinos de autor reconocidos por el máximo gurú del sector, Robert Parker. Su archifamosa guía, The Wine Advocate, premia con más de 90 puntos "Maduresa" (Celler del Roure), "Simeta" y "Micalet" (Javier Revert Viticultores), "Los Frailes 1771" (Bodega Los Frailes) o "Mestizaje 2017" (Bodegas Mustiguillo) entre otros muchos magníficos ejemplos. ¿Que no los has probado y te encantaría? Tranquilo, pregunta en las oficinas de turismo por la Ruta del Vino y degústalos in situ. También puedes acudir a estas vinotecas, todas en València ciudad, y comprarlos o disfrutarlos en una divertida cata: Original CV, El Corte Inglés o Mantequería Vicente Ferrero.
Aunque se abra ante ti un sinfín de ofertas enológicas, no dejes pasar la oportunidad de conocer los vinos hechos con la uva autóctona, la Bobal. ¡No la encontrarás en ninguna otra parte del mundo! La ciencia nos dice que la Bobal es una de las variedades de uva con mayor contenido en resveratrol, sustancia química cardiosaludable y anticancerígena presente en el vino tinto. Si deleitándote con un monovarietal o atreviéndote con un coupage te cuidas, ¿qué más puedes pedir? En cualquier bodega de la DO Requena elaboran vinos de esta variedad. Anímate y visita esta zona, a poco más de una hora de València, y complementa tu experiencia vitivinícola con los deportes de aventura en el Parque Natural de Las Hoces del Cabriel.
Tras el rafting, la siguiente etapa nos lleva a explorar las autodenominadas Terres dels Alforins, en plena área conocida como la Toscana Valènciana. Once bodegas muy recomendables se han unido para promocionar sus caldos, englobados en la DO València, y acudir a su encuentro es adentrarse en paisajes hermosos, de cromatismo variado según la estación del año que vivamos, con fincas señoriales de muros de color siena y pequeñas alquerías encaladas de blanco a las que se llega por caminos jalonados por recios árboles. Los extensos viñedos, siempre omnipresentes, completan tan singular paisaje.
Pero si eres un urbanita irredento, poco amante de las actividades que generan adrenalina o deseoso de exprimir al máximo tu estancia sin desplazarte fuera de la ciudad, no desesperes, también tenemos algo para ti. València hace honor a su fama de urbe atractiva, monumental, a la par que especializada en vivencias hedonistas. Sin abandonar su entramado urbanístico, podrás entregarte a una experiencia gastronómica de primer orden: el maridaje entre vinos y tapas. No hay mejor complemento para una de las propuestas más singulares de la tradición culinaria española que regarlas con un tinto, un rosado, un blanco... o lo que se tercie.
Esta propuesta la puedes completar con la visita a un par de bodegas, cellers en el idioma local, de época medieval. Ubicado en pleno casco histórico, Ciutat Vella, el Celler Proava ofrece un conjunto impecablemente conservado pese a sus 800 años de historia donde pueden realizarse catas de vino, pero también degustaciones de productos artesanos locales, como el embutido, queso o conservas. Extramuros se encuentra el integrado en el espacio museístico Bombas Gens. Permite aunar arqueología industrial con gastronomía de primer orden, ya que el complejo también aloja el único restaurante de dos estrellas Michelin de la ciudad, Ricard Camarena Restaurant.
Si aún no has saciado tu sed quizá sea el momento de conocer nuestras cuatro DO de Pago, las que ostentan el mayor reconocimiento con el que cuentan los vinos en España. Se trata de experiencias modélicas, en la tradición francesa de los Grand Cru Classé, apegadas a un terruño donde se producen las uvas de manera casi artesanal, únicas que se pueden utilizar para la elaboración de unos vinos que van desde los que apenas han pasado unos meses en barrica a los tintos de guarda. Finca El Terrerazo, Chozas Carrascal, Vera de Estenas y Pago de Los Balagueses completan tan destacado ramillete.
Cae la noche. Nuestro viaje está a punto de concluir. ¡Qué mejor manera que hacerlo con los amigos de la Bodega Pago de Tharsys y la tradicional vendimia nocturna de la variedad blanca Albariño! 50 invitados especiales, después de una cena fría, tienen la fortuna de poder participar en esta cita ineludible, cuando no aprieta el sol y se pueden obtener todas las propiedades organolépticas del fruto supremo. Una luz frontal, ajustada a la cabeza, nos ayuda a cumplir con este rito iniciático a la luz de la luna, un rito que garantiza que habrá buen vino valenciano embotellado el año que viene.